CorSalud 2012;4(1)
ARTÍCULO ORIGINAL
INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO EN LOS
CENTROS MÉDICOS DE DIAGNÓSTICO INTEGRAL DEL ESTADO TRUJILLO
Por:
MSc.Dr. Humberto L. Ramos González1 y
MSc. Dra. Virginia Concepción González2
______________
1. Especialista de I Grado en
Cardiología y en Medicina General Integral. Máster en Urgencias Médicas. Instructor.
Hospital Universitario “Arnaldo Milián Castro”. Villa
Clara, Cuba. Correo electrónico: humbertorg@hamc.vcl.sld.cu
2. Especialista de I Grado en Medicina
General Integral. Máster en Longevidad Satisfactoria. Instructora. Universidad
de Ciencias Médicas “Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz”.
Resumen
Introducción y objetivos: Las enfermedades cardiovasculares
constituyen la primera causa de muerte en los países desarrollados, y el
infarto agudo de miocardio, es su expresión fundamental. El
objetivo de esta investigación fue caracterizar el comportamiento y la
evolución de los pacientes atendidos por esta enfermedad. Método: Se realizó
un estudio observacional, transversal y multicéntrico con 31 pacientes que
ingresaron a los Centro de Diagnóstico Integral con la sospecha de infarto agudo de miocardio, en el período comprendido
entre octubre de
Abstract
Introduction
and objectives: Cardiovascular diseases are the
leading cause of death in developed countries, and myocardial infarction is the
fundamental expression. The objective of this research was to characterize the
behavior and evolution of the patients treated for this disease. Method:
An observational, transversal, multicentre study was
performed with 31 patients who were admitted to the Comprehensive Diagnostic
Center with suspected acute myocardial infarction from October 2005 to June
Palabras
clave: INFARTO
DE MIOCARDIO EVOLUCIÓN
CLÍNICA TERAPIA
TROMBOLÍTICA |
Key words: MYOCARDIAL INFARCTION CLINICAL EVOLUTION THROMBOLYTIC THERAPY |
Introducción
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera
causa de muerte en los países desarrollados y en vías de desarrollo, el infarto
agudo de miocardio (IAM) es su mayor expresión1-2. Se define el infarto de
miocardio como la necrosis (muerte) de una zona del miocardio originada por una
interrupción aguda de su irrigación. La gravedad del infarto provoca
que la afectación de músculo cardíaco sea permanente e irreversible: si afecta
masivamente a todo el corazón, produce el fallecimiento del paciente; si es más
limitado, origina una cicatriz en una zona que repercutirá, en distinta medida,
en la función del corazón, según su extensión y localización3.
El tratamiento del IAM ha sufrido un
cambio radical en los últimos años, lo cual se debe a una mejor comprensión de
su fisiopatología, a la relación con la disfunción microvascular, al rol de la
inflamación en la enfermedad arterial coronaria, así como al mayor conocimiento
de la placa de ateroma y la hemorragia intraplaca, lo
que conlleva a una serie de nuevas intervenciones terapéuticas, cuyo esencial
objetivo es la restauración del flujo sanguíneo a las áreas musculares
comprometidas4.
En la época contemporánea se ha dirigido
la atención cardiológica al perfeccionamiento de los procedimientos que son capaces
de lograr la reperfusión del miocardio isquémico, entre los que se destaca, por
su eficacia en la recanalización de la arteria relacionada con el infarto y su
bajo costo: la trombólisis coronaria. Para ello se
utilizan agentes capaces de activar el sistema fibrinolítico del organismo y
degradar el trombo oclusivo intracoronario5.
Esto incide de forma significativa sobre la evolución y las complicaciones
durante la fase isquémica aguda, y contribuye de forma significativa a evitar
los fenómenos de expansión y reestructuración del área infartada, así como a la
preservación de la función ventricular izquierda, la cual tiene especial valor
como pronóstico predictivo de supervivencia a corto y largo plazo; de ahí que
en la actualidad uno de los procedimientos más utilizados en el tratamiento del
infarto agudo de miocardio sea el empleo de agentes fibrinolíticos6-12.
El pronóstico del infarto agudo de
miocardio ha mejorado mucho en los últimos años debido a la amplia utilización,
durante su fase aguda, del tratamiento trombolítico y de procedimientos
intervencionistas, como la angioplastia coronaria transluminal percutánea con
balón (ACTP) y la cirugía de revascularización miocárdica de urgencia, en un
intento de reabrir la arteria relacionada con el infarto (ARI) y reducir el su tamaño8. Se ha instaurado hace ya algún
tiempo, un nuevo concepto del ser humano en Venezuela, con los recursos
necesarios disponibles se ha propuesto ofrecerle al paciente, con menores
recursos económicos, una mejor atención médica, de alta calidad científica y
donde no prime la actividad financiera. Ante la excelente oportunidad brindada
con la creación de los Centros Médicos de Diagnóstico Integral (CMDI), en el
marco de
Método
Se realizó un estudio observacional, transversal y
multicéntrico con 31 pacientes que ingresaron a los CMDI con el diagnóstico de IAM,
en el período comprendido entre octubre de
·
K.
Kimball I: No signos clínicos.
·
K.
Kimball II: Crepitantes en las bases, tercer ruido e
hipertensión venosa pulmonar.
·
K.
Kimball III: Edema agudo del pulmón (crepitantes en
los dos tercios inferiores de ambos campos pulmonares, taquicardia, palidez,
sudoración y puede haber o no tercer ruido.
·
K.
Kimball IV: Choque cardiogénico
(PAS ≤ 90 mmHg con evidencias de
vasoconstricción periférica y signos de hipoperfusión,
como oliguria, cianosis, sudoración, frialdad de extremidades y pulsos
filiformes).
Se determinó la hora de inicio de los síntomas, la hora de
llegada del paciente al CMDI, así como el momento en que se aplicó la terapia
fibrinolítica, si esta procedía.
En el caso de los pacientes con IAM con elevación del ST a
los que se les administró el fibrinolítico (estreptoquinasa recombinante), se
consideró como respuesta adecuada al tratamiento, la existencia de un descenso
del supradesnivel del segmento ST y un cese del dolor
anginoso, para esto se realizó un electrocardiograma al ingreso y a los 90
minutos de iniciado el tratamiento trombolítico, cada uno de ellos se
adjuntaron en las historias clínicas de cada uno de los pacientes.
Se confeccionó un modelo para la recogida de los datos y
estos fueron analizados mediante un procesador estadístico disponible en un
ordenador personal Pentium IV. Las variables cualitativas fueron analizadas
utilizando medidas de resumen, como el porcentaje. Para el análisis de las
variables cuantitativas se utilizaron la media y la desviación estándar. Se
compararon los tiempos entre el inicio de los síntomas y el tratamiento, y entre
la llegada al servicio de urgencias y el inicio del tratamiento, en los grupos
de pacientes que recibieron la terapia fibrinolítica, donde hubo reperfusión
coronaria, sugerida mediante la prueba de t
de Student. Se consideró significativo una p <
0,05.
Resultados
Del total
de pacientes que participaron en el estudio, el grupo de edad predominante fue
el de
Tabla1. Distribución de la población,
según sexo y grupos de edad. IAM en los CDI del Estado Trujillo. 2005-2007.
Grupos de edad (Años) |
Femenino |
Masculino |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
30-39 |
- |
- |
1 |
3,2 |
1 |
3,2 |
40-49 |
1 |
3,2 |
4 |
12,9 |
5 |
16,1 |
50-59 |
1 |
3,2 |
3 |
9,7 |
4 |
12,9 |
60-69 |
2 |
6,5 |
6 |
19,3 |
8 |
25,8 |
70-79 |
2 |
6,5 |
5 |
16,1 |
7 |
22,6 |
80 y más |
1 |
3,2 |
5 |
16,1 |
6 |
19,4 |
Total |
7 |
22,6 |
24 |
77,4 |
31 |
100 |
Fuente: Encuesta
En la
tabla 2, se observa que la hipertensión arterial estuvo presente en 19
pacientes (68,3 %) de ambos sexos. En orden descendente apareció la dislipidemia
en 8 pacientes (25,8 %), y la diabetes mellitus solo en 7 (22,6 %).
Tabla 2. Relación entre factores de riesgo y
antecedentes personales.
Antecedentes |
Masculinos |
Femeninos |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
HTA |
16 |
51,6 |
3 |
9,7 |
19 |
61,3 |
Angina de pecho |
3 |
9,7 |
- |
- |
3 |
9,7 |
IAM anterior |
2 |
6,5 |
- |
- |
2 |
6,5 |
Diabetes mellitus |
4 |
12,9 |
3 |
9,6 |
7 |
22,6 |
Dislipidemia |
7 |
22,6 |
1 |
3,2 |
8 |
25,8 |
Hábito de fumar |
4 |
12,9 |
- |
- |
4 |
12,9 |
Ingestión de alcohol |
5 |
16,1 |
- |
- |
5 |
16,1 |
Fuente: Encuesta
Según la localización
topográfica del IAM (Tabla 3), el mayor número de casos correspondió a los
infartos con supradesnivel del ST en 18 pacientes (58,1
%), dentro de este grupo la topografía de cara inferior fue la de mayor
incidencia, 8 pacientes (25,8 %).
Tabla 3. Caracterización topográfica del IAM
según sexo.
Topografía del IAM |
Masculino |
Femenino |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
Con elevación del ST |
15 |
48,3 |
3 |
9,6 |
18 |
58,1 |
Anterior extenso |
4 |
12,9 |
- |
- |
4 |
12,9 |
Ántero-septal |
2 |
6,5 |
1 |
3,2 |
3 |
9,7 |
Ántero-lateral |
3 |
6,5 |
- |
- |
3 |
9,7 |
Inferior |
6 |
19,3 |
2 |
6,5 |
8 |
25,8 |
Sin elevación del ST |
9 |
29,0 |
4 |
12,9 |
13 |
41,9 |
Anterior extenso |
2 |
6,5 |
- |
- |
2 |
6,5 |
Ántero-septal |
4 |
12,9 |
2 |
6,5 |
6 |
19,4 |
Ántero-lateral |
1 |
3,2 |
1 |
3,2 |
2 |
6,5 |
Inferior |
2 |
6,5 |
1 |
3,2 |
3 |
9,7 |
Fuente: Encuesta
De los 31
pacientes estudiados, 15 (48,4 %) recibieron tratamiento fibrinolítico
con dosis completa (Tabla 4) y 13 (41,9 %) no tenían criterio de administración
por ser infartos sin supradesnivel del ST. No se
trataron con trombolíticos a 3 pacientes (9,7 %) que
tenían criterio para ello, 1 (3,2 %) porque presentó cifras tensionales muy
elevadas al arribar al centro de salud, y otros 2 (6,5 %) por estar fuera del
tiempo establecido para tal procedimiento.
Tabla 4. Uso de la estreptoquinasa, según
sexo.
Trombolisis (Estreptoquinasa) |
Masculinos |
Femeninos |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
Dosis completa |
11 |
35,5 |
4 |
12,9 |
15 |
48,4 |
No se usó |
13 |
41,9 |
3 |
9,7 |
16 |
51,6 |
Fuente: Encuesta
El tratamiento trombolítico resultó
beneficioso en los pacientes tratados. En los primeros 90 minutos, 10 pacientes
(32,2 %) manifestaron alivio importante del dolor, lo que constituye un signo clínico
de reperfusión; entre los 90 y 180 minutos, 3 pacientes (9,7 %) refirieron
alivio de este síntoma, y 2 después de 180 minutos, que representan el 6,5 %
(Tabla 5).
Tabla 5. Distribución de pacientes con signos
de reperfusión, según el tiempo
de administración de
Tiempo (minutos) |
Nº |
% |
90 |
10 |
32,2 |
90 – 180 |
3 |
9,7 |
Más de 180 |
2 |
6,5 |
Fuente:
Encuesta.
El mayor
número de complicaciones se detectó en los que presentaron infarto con supradesnivel del ST (datos no tabulados). De estos, 11 pacientes
(35,5 %), presentaron
fallo de bomba, según la clasificación de Killip-Kimball y los trastornos del ritmo aparecieron en solo 5
(16,1 %). En los infartos sin supradesnivel del ST, 2
casos presentaron trastornos del ritmo (6,5 %), específicamente bradicardia
sintomática, posterior a la administración del agente fibrinolítico y 2, reinfarto (6,5 %).
En cuanto a la estadía, según la localización topográfica
del infarto y la presencia o no de supradesnivel del
segmento ST, resulta evidente que en ambos tipos de IAM, con o sin supradesnivel del ST, la estadía mayor fue entre 7 y 15
días, lo que constituye el 83,9 % de la muestra. Solo 5 pacientes (16,1 %)
estuvieron hospitalizados menos de una semana (Tabla 6).
Tabla 6. Estadía, según tipo de infarto.
Topografía del IAM |
Estadía (días) |
|||
Menos de 7 |
7 – 15 |
|||
|
Nº |
% |
Nº |
% |
IAM con elevación del
ST |
|
|
|
|
Anteriores |
1 |
3,2 |
9 |
29,0 |
Inferior |
2 |
6,5 |
6 |
19,4 |
IAM sin elevación del
ST |
|
|
|
|
Anteriores |
1 |
3,2 |
7 |
22,6 |
Inferior |
1 |
3,2 |
4 |
12,9 |
Total |
5 |
16,1 |
26 |
83,9 |
Fuente: Encuesta.
Discusión
El
predominio del sexo masculino, en general, es evidente sobre el femenino. Triolet Gálvez5
refiere que Almontes y Arias en el estudio RENIRD 1998/2002, de un total de 1.948 casos, el 62,5 % corresponde al sexo
masculino, y la edad promedio resultó ser de 60 años para el hombre y 63 para
la mujer, en
Valladares
Carvajal3 en un estudio realizado con 108
pacientes hospitalizados por IAM en el servicio de terapia intensiva del hospital
"Dr. Gustavo Aldereguía
Lima", plantea que el 79,7 % de los pacientes eran del sexo
masculino y el 20,3 % del femenino; el 36,7 % de los pacientes se encontraban
en el grupo de los 60 años de edad y el 63,3 % en el grupo de los de más 60
años. Estos resultados coinciden con un estudio realizado en España (RICVAL),
con 1.124 pacientes, donde se encontró una edad promedio de 65 años4; así como en el registro
PRIMVAC realizado en ese mismo país, donde el 56,3 % de los pacientes tenían 65
años y más, y el 93,2 % más de 45 años5.
En la medida que aumenta la
edad es más evidente el proceso aterosclerótico, y por ende, mayor la tendencia
y posibilidad de ocurrencia de infarto agudo de miocardio, además es necesario
señalar que el predominio del sexo masculino, pudo estar asociado a un mayor número
de factores de riesgo en este grupo, pues estos pacientes consumen con más
frecuencia bebidas alcohólicas y cigarrillos, y son más indisciplinados en
cuanto a los hábitos alimenticios.
Al analizar la fisiopatología de la aparición del síndrome
coronario agudo, resulta de vital importancia la hipertensión arterial
(HTA) como uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, debido al
papel que ejerce en la vulnerabilidad de la placa de ateroma, tanto por los
mecanismos constrictores como inflamatorios. La hipertensión agrava el estrés hemodinámico y produce
lesión endotelial y activación plaquetaria, lo que favorece la permeabilidad a
los lípidos. Además, la hipertrofia ventricular izquierda, secundaria a la
hipertensión, aumenta marcadamente el riesgo de isquemia miocárdica debido al
incremento en el consumo de oxígeno por el músculo cardíaco. Se trata
de una enfermedad bastante frecuente, con una prevalencia estimada en alrededor
del 50 % de la población general y en el 60 % de los pacientes que sufren
infarto agudo de miocardio.
En un meta-análisis de nueve grandes
estudios prospectivos observacionales6,
se estudió la relación entre la tensión arterial diastólica (TAD) elevada y el
riesgo de complicaciones cardiovasculares. Se analizaron un total de 420.000
sujetos y se observó una clara relación entre
Tanto el meta-análisis
como los estudios individuales mostraron una relación significativa entre
El estudio FAME, presentado en la sesión científica anual de
Otro estudio similar, el Estudio Europeo de
Hipertensión Sistólica4,7, incluyó 4.695 pacientes mayores de 60 años con
hipertensión sistólica aislada, que fueron aleatorizados al tratamiento con nitrendipino o placebo. El grupo de tratamiento presentó
una reducción del 42 % en el riesgo de ictus, del 26 % en todos los sucesos
cardíacos y del 33 % en el infarto no fatal, tras 2 años de seguimiento. Según este
mismo estudio, el tratamiento de 1.000 pacientes durante 5 años evitaría 29
ictus o 53 sucesos cardiovasculares mayores.
Mauro et al.8, en el año 2000, en un
estudio de 34 casos con infarto agudo de miocardio, concluyeron que la
hipertensión arterial (41 %), la dislipidemia (39 %) y el tabaquismo (36,5 %)
estaban presentes en la muestra estudiada.
La
diabetes mellitus estimula la aparición de hipercolesterolemia y aumenta la
predisposición a la aterosclerosis. Al igual que los demás factores la
incidencia de IAM es dos veces mayor en los diabéticos que en los no
diabéticos. El tabaquismo aumenta el riesgo coronario mediante la producción de
dos efectos principales: aterogénicos (lesión
endotelial, disminución del colesterol HDL, activación plaquetaria y liberación
de ácidos grasos libres) y trombogénicos (activación
plaquetaria, aumento del fibrinógeno, liberación de tromboxano y disminución de
la producción de prostaciclina). Además, el tabaco
contribuye a la isquemia del miocardio al desequilibrar la disponibilidad de
oxígeno, mediante la activación simpático-adrenal, la vasoconstricción y la
producción de carboxihemoglobina, debida al monóxido
de carbono9.
En un
estudio que se realizó en los Servicios de
El
beneficio del tratamiento está ligado a la precocidad de la aplicación de los
agentes trombolíticos. Así se previenen 30 muertes por cada mil pacientes
tratados en las primeras seis horas, 20 muertes por cada mil tratados entre
siete y 12 horas, y no hay evidencias concluyentes de beneficio a partir de las
12 horas. Además, por cada hora de retraso en el tratamiento, se dejan de
evitar 1,6 muertes, por cada mil pacientes tratados20-22.
En un
estudio realizado en el Hospital Clínico Quirúrgico "Comandante Manuel
Fajardo" en el año 2001, por Gómez Padrón y Toledo Quesada, según Hernández Cañero12, se describen las principales
causas por las que no se aplicó el tratamiento trombolítico, lo que impide que
sea recanalizada la arteria responsable del infarto; en este mismo trabajo,
donde se estudiaron 242
pacientes, 162 eran hombres y 180 tenían menos de 75 años de edad. El 29,8 % de
los casos recibió tratamiento trombolítico y, en general, las dos causas
principales de no recibir este tipo de tratamiento fue
el tiempo de llegada al hospital mayor de 12 h (17,2 %) y la no elevación del
segmento ST (11,3 %). Por otra parte, en el 7,2 % el diagnóstico fue durante la
necropsia. La estreptoquinasa continúa siendo uno de los medicamentos más
beneficiosos en el tratamiento del infarto agudo de miocardio. La
recanalización de hasta 75 % de la arteria responsable, cuando se administra
oportunamente el medicamento, representa la actividad de mayor utilidad para el
paciente. En un estudio portugués se encontró que la causa principal de no ser
elegido para la trombólisis fue la edad avanzada,
seguida de la demora en la llegada al hospital23-27.
Cifras
similares fueron observadas en registros del Reino Unido19,23 (48 %) y
en Alemania19 (50 %). Según algunos autores2,6,7, en el registro RICVAL, la utilización de
fibrinólisis fue del 43,3 %; en el PRIMVAC del 42,1 %, en el PRÍAMHO del 41,8 %
y en el IBERICA del 41,8 %.
Estos resultados son similares a los informados por el
estudio ISIS-228, en el
cual se pone de manifiesto lo importante que es conocer el inicio de los
síntomas y la aplicación del tratamiento trombolítico con estreptoquinasa, pues
este alivia significativamente el dolor, disminuye el supradesnivel
del ST, así como mejora ostensiblemente la sintomatología clínica inicial que
aqueja a los pacientes. El beneficio de la trombólisis
se confirmó durante la hospitalización, y su ausencia fue un factor asociado,
de forma independiente, a la peor evolución de los pacientes con IAM; datos que
se corresponden con lo expuesto en el ISIS-2.
En todos estos estudios fue muy
significativo la administración del agente trombolítico y la desaparición de los
síntomas clínicos predominantes, como lo es el dolor. Otros autores29-31 han planteado que la
terapia trombolítica es ahora un tratamiento
establecido para el infarto agudo de miocardio. La reperfusión temprana por
este tratamiento limita el tamaño del infarto y preserva la función del
ventrículo izquierdo. En algunos pacientes, sin embargo, la terapia trombolítica falla en obtener estos beneficios, aún si la
reperfusión temprana es conseguida.
En general, ha sido aceptado que la
reducción rápida en el segmento ST durante el IAM es un predictor de
reperfusión. En contraste, algunos pacientes presentan una reelevación
del segmento ST después de la reperfusión. El factor tiempo ha revestido una
importancia capital en la historia de la reperfusión coronaria. Ya fue
reconocido en el estudio pionero GISSI 124,
al demostrar una reducción de la mortalidad próxima al 50 % en los pacientes
que recibieron estreptoquinasa dentro de la primera hora, tras el inicio de los
síntomas.
Así, pronto se acuñó el eslogan “tiempo
es músculo” para apremiar la instauración del tratamiento en los servicios de
urgencias. Otros autores6-8
han cuantificado el beneficio del tratamiento fibrinolítico
frente al placebo, en función del tiempo, y han constatado que el número de
vidas salvadas por cada 1.000 pacientes tratados es máxima
en la primera hora de evolución del infarto, para disminuir gradualmente en las
horas sucesivas.
La incidencia de complicaciones
graves es similar a la observada en estudios de otros países. La tasa de reinfarto del PRÍAMHO
fue de 3,1 %, frente al 2,8 y 2,7 % del estudio IBÉRICA y el registro
RISCI, respectivamente2,6,7. Algo similar ocurre con el fallo de bomba,
lo cual refuerza los hallazgos de Dzavík et al.14. En cuanto a la arritmia ventricular maligna y la
angina postinfarto fueron también complicaciones
halladas en dichos registros, y se relacionaron de forma similar con el tipo de
infarto. La incidencia de rotura cardíaca aguda se puede estimar en 3,6 % de
todos los pacientes con infarto agudo de miocardio, según lo descrito en
diversas literaturas13,14. En un artículo publicado en el 200016 se concluye que
el 66,4 % de los casos tuvieron IAM con supradesnivel
del ST. Las complicaciones eléctricas más frecuentes fueron: bloqueo de rama
derecha en un 11%, bloqueo aurículo-ventricular completo (BAVC) en 8,4 % y
bloqueo de rama izquierda (BRIHH) en 6,3 %; las complicaciones más frecuentes fueron:
isquemia recurrente (17,5 %), falla ventricular izquierda (6,4 %), choque cardiogénico (9,8 %) y reinfarto
no fatal (7,8 %). Los factores de riesgo significativos para isquemia recurrente fueron:
edad > 65 años, género femenino, clase de Killip
> 3, BAVC, BRIHH, IAM anterior. También puede presentarse angina recurrente
en la fase precoz post-IAM, hasta en el 58 % de los pacientes, es más frecuente
en los pacientes tratados con fibrinólisis y que presentan criterios de reperfusión. La incidencia de reinfarto
durante los 10 primeros días post-IAM es de aproximadamente el 10 %, pero sólo
del 3 al 4 % en los pacientes tratados con fibrinólisis y aspirina.
La angina
postinfarto puede presentarse en los infartos con y
sin onda Q, así como en los pacientes tratados con y sin fibrinólisis. Es
importante recordar que la distinción clínica entre angina e infarto de
miocardio, con y sin onda Q, sólo puede hacerse de forma retrospectiva después
de observar la evolución electrocardiográfica y de obtener determinaciones
enzimáticas seriadas16.
Como ya hemos señalado anteriormente,
son los infartos con supradesnivel del ST los que
reciben el beneficio del tratamiento trombolítico al recanalizarse la arteria
responsable del infarto (30-75 %), todo esto trae consigo un alivio rápido de
la sintomatología clínica y eléctrica que aparece en estos pacientes, con una
mejoría considerable de su calidad de vida, de esta forma la estadía
hospitalaria es mucho menor que en los pacientes sin supradesnivel
del ST que no se ven beneficiados con esta alternativa de reperfusión17.
En nuestro trabajo no se comportó de
esta forma, contrariamente, el mayor número de pacientes que recibieron
tratamiento trombolítico se encontraba en los grupos de 60-69 y de 70-79 años, y
aunque dicho fármaco hubiese mejorado la perfusión coronaria, la aparición de
otras complicaciones, pudieron haber influido en que la estadía en este tipo de
pacientes haya sido algo superior en comparación con los pacientes que tuvieron
infartos sin supradesnivel del ST. Khaja y Swan en sus estudios, según
informan Camici y Crea29, obtuvieron una menor estadía hospitalaria en los
pacientes trombolizados.
La trombólisis
prehospitalaria disminuye la mortalidad hospitalaria
del IAM y el índice de complicaciones, y mejora la estadía en las Unidades de
Cuidados Intensivos de los hospitales30,31.
Estudios consultados13,14,22 al respecto no han
tenido en cuenta la relación de la estadía hospitalaria con el tipo de IAM, por
lo que el autor considera que no existe una relación directa estadísticamente
significativa a la hora de evaluar estas, al parecer la estadía hospitalaria no
guarda relación estrecha con el tipo de IAM de acuerdo al ST y por lo tanto, sí
con el uso de trombolíticos en el caso de los que tengan supradesnivel
del ST, en los cuales sí se evitan complicaciones, ya que al permeabilizar el
área isquémica se recuperan de forma más rápida y están menos tiempo
hospitalizados.
Conclusiones
Predominaron los pacientes del sexo masculino y el
grupo de edad comprendido entre 60 y 69 años. Los factores de riesgo que más se
asociaron con el infarto agudo de miocardio fueron: la hipertensión arterial,
la dislipidemia, la diabetes mellitus, el hábito de fumar y la ingestión de
alcohol. La trombólisis le fue realizada a la mitad
de los pacientes con criterios para ello, con beneficios clínicos, eléctricos y
hemodinámicos óptimos. Las complicaciones más frecuentes fueron: los trastornos
del ritmo, la angina postinfarto, el bloqueo de rama
izquierda y el reinfarto; la letalidad en el grupo
estudiado fue baja.
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Recibido:
13 de junio de 2011
Aceptado
para su publicación: 12 de septiembre de 2011