CorSalud 2012;4(1)
ARTÍCULO ORIGINAL
COMPORTAMIENTO DE FACTORES DE RIESGO
CARDIOVASCULAR EN ANCIANOS DEL CONSULTORIO “
Por:
MSc.Dra. Virginia Concepción González1 y MSc.Dr. Humberto L. Ramos González2
______________
1. Especialista de I Grado en Medicina
General Integral. Máster en Longevidad Satisfactoria. Instructora. Universidad
de Ciencias Médicas “Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz”. Villa Clara, Cuba.
2. Especialista de I Grado en
Cardiología y en Medicina General Integral. Máster en Urgencias Médicas. Instructor.
Hospital Universitario “Arnaldo Milián Castro”. Villa
Clara, Cuba. Correo electrónico: humbertorg@hamc.vcl.sld.cu
Resumen
Introducción y objetivos: Las enfermedades cardiovasculares
causan aproximadamente una cuarta parte de todas las muertes en el mundo. Esta
mortalidad aumenta proporcionalmente a la edad. El objetivo de esta
investigación fue conocer el comportamiento de los factores de riesgo coronario en ancianos y contribuir al establecimiento de un
proyecto de intervención en salud. Método: Se realizó un estudio
observacional, descriptivo, transversal, entre enero de 2007 y enero de 2008.
El universo estuvo constituido por 506 pacientes mayores de 60 años, y la
muestra, obtenida de forma aleatoria simple, fue de 162 pacientes. Los datos se
obtuvieron a través de un modelo tipo encuesta, mediante la revisión de las
historias clínicas individuales y familiares. Resultados: El
51,2 % de la muestra (83 pacientes) pertenecen al grupo de
Abstract
Introduction
and objectives: Cardiovascular diseases cause
approximately a quarter of all deaths worldwide. This mortality increases
proportionally with age. The objective of this research was to study the
behavior of coronary risk factors in the elderly and contribute to the
establishment of a health intervention project. Method: An
observational, descriptive and transversal study was performed between January
2007 and January 2008. The universe consisted of 506 patients over 60 years of
age, and the sample, obtained in a simple random form, consisted of 162
patients. Data were collected through a survey-type model by reviewing the
medical records of individuals and families. Results: 51,2 % of the sample (83 patients) belonged to the group of 60
to 64 years of age, and 53.3 % were female. Hypercholesterolemia was the most
prevalent risk factor, 103 cases (63,5 %) and 65
patients (40,1 %) had 4 associated risk factors. Among non-hypertensive patients,
blood pressure was found in 56 patients (34,5%),
high-normal category, and among those with hypertension, 32 cases (19,7 %) were
in grade I, followed by the isolated systolic hypertension in 27 (16,6 %). Conclusions:
Female sex and the age group between 60 and 64 years predominated. Hypertension
was the most representative family disease antecedent; high cholesterol was the
strongest risk factor found, the group of 80 to 84 years proved to be the one
with the highest number of associated risk factors. Overweight predominated in
females.
Palabras clave: FACTORES DE RIESGO ANCIANO |
Key words: RISK FACTORS AGED |
Introducción
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) causan
aproximadamente una cuarta parte de todas las muertes en el mundo. Su
importancia en la sociedad contemporánea es debido al elevado número de
personas afectadas, en especial cuando se compara este con los informes
anecdóticos de su ocurrencia en la literatura médica antes de este siglo1.
El incremento de la mortalidad cardiovascular en los países
en vías de desarrollo, se produce en un momento en que algunos países
desarrollados experimentan una reducción de esta variable1. La diferencia entre estos países se explica por el
mejor control de los factores de riesgo de enfermedad coronaria que tienen las
naciones con un mayor grado de desarrollo. Según
De manera alarmante, en la última década,
El concepto de factor de riesgo de
Aunque se ha considerado que existen diferencias regionales
(económicas, raciales, y otras), existe también un consenso en cuanto a que los
factores de riesgo cardiovascular (FRC) más habituales, inciden de igual manera
en todo el mundo, y requieren estrategias de atención similares, por lo cual su
identificación es tarea prioritaria en el diseño de cualquier intervención
sanitaria con vistas al futuro6-8.
Estos factores son interactivos y multiplican el riesgo de
padecer una afección cardiovascular (coronaria o no) fatal o no fatal, por
tanto se comprende que su cuidado debe ser interdisciplinario y con enfoques
innovadores9-11.
La
reducción de los factores de riesgo, como la hipertensión, la hiperlipidemia,
la obesidad y el tabaquismo, está considerada de forma genérica como el camino
más favorable para prevenir las muertes prematuras causadas por enfermedades
cardiovasculares11.
El
aumento en la calidad de vida solamente se puede lograr mediante una reducción
de las enfermedades crónicas, para ello es necesario potenciar estilos de vida
saludables y fomentar la prevención de enfermedades desde la infancia. Entre
los primeros se destacan como factores negativos: la alimentación deficiente,
el tabaquismo, el alcohol, la falta de ejercicio y la obesidad, todos ellos
capaces de acrecentar considerablemente la discapacidad y mortalidad en los
mayores. Como factores previsibles desde la infancia, se consideran importantes
la malnutrición; las enfermedades, como la poliomielitis y el reumatismo
articular agudo, y la exposición a accidentes y traumatismos12-17.
Estos dos aspectos anteriormente comentados son considerados
fundamentales para alcanzar el bienestar y calidad de vida precisos para
reforzar la capacidad de realización de los ancianos, pero deben complementarse
con políticas sociales que logren una disminución de las desigualdades sociales
y de la pobreza. Está comprobado que las desigualdades en el nivel de
educación, de ingresos, de papeles sociales y de expectativas durante las
diferentes etapas de la vida, condicionan la calidad del envejecimiento16-18.
Se sabe que el riesgo relativo, asociado a la mayoría de los
FRC, disminuye con la edad, pero el riesgo absoluto aumenta19-22. Aunque en la población joven y de mediana edad se
han identificado los principales FRC, la prevalencia e importancia de éstos son
menos conocidos en los ancianos de esta zona
geográfica. La población anciana tiene un perfil de riesgo cardiovascular
diferente al de los sujetos más jóvenes20,21.
Los estudios realizados acerca de
este padecimiento, en Venezuela, no reflejan su verdadero comportamiento, ya
que no engloban la totalidad de la población con sus diferentes variaciones
sociales, étnicas, culturales, económicas, entre otras, las cuales influyen en
el comportamiento clínico y epidemiológico de estas enfermedades; además la
literatura revisada sobre FRC en el estado venezolano de Trujillo es limitada,
motivo para la realización de esta investigación, que no fue otro que conocer
el comportamiento de los FRC en ancianos del Consultorio Popular “
Método
Se realizó un estudio observacional,
descriptivo, transversal, con la finalidad de describir el comportamiento de
los FRC en los ancianos del Consultorio Popular “
Con el análisis documental y la revisión de los expedientes
clínicos individuales y familiares de los pacientes mayores de 60 años, se
obtuvieron los datos necesarios para caracterizar el comportamiento de los
factores de riesgo. Los variables evaluadas fueron:
edad, sexo, antecedentes patológicos familiares y personales, factores de riego
asociados, y conocimiento acerca de estos. Se aplicó una encuesta a pacientes
mayores de 60 años y los datos obtenidos se reflejaron en un modelo diseñado
para ese objetivo. Los datos fueron analizados por un modelo estadístico disponible
en un ordenador personal modelo Pentium IV. Se utilizaron números absolutos y
porcentajes para resumir la información. Los resultados se presentan en tablas
y gráficos.
Resultados
Se realizó
un análisis de las variables edad y sexo (Tabla 1), y se apreció que el mayor
número de pacientes pertenecen al grupo de
Tabla 1. Distribución según edad y sexo de
los ancianos en consultorio popular “
Grupos de edad (Años) |
Femenino |
Masculino |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
60 - 64 |
71 |
53,3 |
12 |
41,3 |
83 |
51,2 |
65 - 69 |
28 |
21,0 |
9 |
31,0 |
37 |
22,8 |
|
14 |
10,5 |
2 |
6,8 |
16 |
9,8 |
|
6 |
4,5 |
2 |
6,8 |
8 |
4,9 |
|
9 |
6,7 |
3 |
10,3 |
12 |
7,4 |
|
5 |
3,7 |
1 |
3,4 |
6 |
3,7 |
Total |
133 |
100 |
29 |
100 |
162 |
100 |
Fuente: Encuesta
En el análisis sobre los antecedentes patológicos familiares
(APF) de las enfermedades cardiovasculares (Tabla 2), se determinó que 109
pacientes (67,2 %) tenían APF, el de mayor prevalencia fue la hipertensión arterial,
85 pacientes (52,4 %), con predominio del sexo femenino, 72 pacientes (54,1 %).
Tabla 2.
Antecedentes patológicos familiares en los ancianos, según sexo.
APF |
Mujeres |
Hombres |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
No refieren |
42 |
31,5 |
11 |
37,9 |
53 |
32,7 |
Hipertensión
Arterial |
72 |
54,1 |
13 |
44,8 |
85 |
52,4 |
Cardiopatía
Isquémica |
15 |
11,2 |
4 |
13,7 |
19 |
11,7 |
Accidente
Cerebrovascular |
4 |
3,0 |
1 |
3,4 |
5 |
3,0 |
Fuente: Encuesta
En la tabla 3 se encuentra la hipercolesterolemia como el factor
de riesgo de mayor prevalencia en 103 casos (63,5 %), con predominio en el sexo
femenino, 86 pacientes (64,6 %), aunque cabe destacar que en el sexo masculino
se observa un 96,5 % de pacientes que consumen dieta rica en grasas.
Tabla 3. Prevalencia de FRC en ancianos, según
sexo.
Factores
de Riesgo |
Mujeres |
Hombres |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
Tabaquismo |
5 |
3,7 |
24 |
82,7 |
29 |
17,9 |
Ingesta
de alcohol |
6 |
4,5 |
27 |
93,1 |
33 |
20,3 |
Dieta
rica en grasas |
73 |
54,8 |
28 |
96,5 |
101 |
62,3 |
Sedentarismo |
77 |
57,8 |
15 |
51,7 |
92 |
56,7 |
Hipercolesterolemia |
86 |
64,6 |
17 |
58,6 |
103 |
63,5 |
Hipertrigliceridemia |
72 |
54,1 |
23 |
79,3 |
95 |
58,6 |
Obesidad |
35 |
26,3 |
4 |
13,7 |
39 |
24,0 |
Hipertensión
Arterial |
69 |
51,8 |
20 |
6,8 |
89 |
54,9 |
Diabetes
mellitus |
33 |
24,8 |
8 |
27,5 |
41 |
25,3 |
Fuente: Encuesta
El grupo de edad en el que prevalece
la asociación de más factores de riesgo (Tabla 4) es en el de
Tabla 4. Prevalencia de FRC en ancianos según
grupos de edad.
FRC |
Grupos de edad (años) |
Total |
||||||
60-64 |
65-69 |
70-74 |
75-79 |
80-84 |
85-89 |
Nº |
% |
|
Con FRC |
83 |
37 |
16 |
8 |
12 |
6 |
162 |
100 |
1 |
6 |
3 |
2 |
0 |
0 |
0 |
11 |
6,8 |
2 |
23 |
5 |
4 |
0 |
0 |
0 |
32 |
19,8 |
3 |
12 |
17 |
2 |
3 |
4 |
0 |
38 |
23,4 |
4 |
37 |
11 |
7 |
3 |
2 |
5 |
65 |
40,1 |
5 ó más |
5 |
1 |
1 |
2 |
6 |
1 |
16 |
9,9 |
Fuente: Encuesta
De acuerdo al índice de masa
corporal (Tabla 5), se observó que la mayor cantidad de casos (65) se
encuentran con sobrepeso (40,1 %), con predominio del sexo femenino, 57
pacientes (42,8 %).
Tabla 5. Estado nutricional según índice de masa
corporal (IMC) en ancianos, según sexo.
Estado nutricional |
Mujeres |
Hombres |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
Normopeso |
41 |
30,8 |
17 |
58,6 |
58 |
35,8 |
Sobrepeso |
57 |
42,8 |
8 |
27,5 |
65 |
40,1 |
Obesidad |
33 |
24,8 |
3 |
10,3 |
36 |
22,2 |
Obesidad mórbida |
2 |
1,5 |
1 |
3,4 |
3 |
1,8 |
Total |
133 |
100 |
29 |
100 |
162 |
100 |
Fuente. Historias Clínicas
Sobre los
resultados de los lípidos sanguíneos se encontraron cifras de colesterol
elevado en 103 pacientes (63,5 %), con predominio del sexo femenino, 86 casos
(64,6%), aunque cabe destacar que la hipertrigliceridemia
en hombres tuvo un porcentaje mayor (79,3 %); al evaluar las variables
lipídicas, se puede concluir que cada una de ellas constituyen un factor de
riesgo independiente, y que pueden coincidir en un mismo paciente (Tabla 6).
Tabla 6. Resultados de lípidos sanguíneos en
ancianos, según sexo.
Lípidos sanguíneos |
Mujeres |
Hombres |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
Colesterol
total elevado |
86 |
64,6 |
17 |
58,6 |
103 |
63,5 |
Triglicéridos
elevados |
72 |
54,1 |
23 |
79,3 |
95 |
58,6 |
LDL
elevada |
65 |
48,8 |
11 |
37,9 |
76 |
46,9 |
HDL disminuida |
57 |
42,8 |
11 |
37,9 |
68 |
41,9 |
Fuente. Historias Clínicas
En la tabla
7 se observa la presión arterial en la población estudiada, en la categoría de
normal alta se registraron 56 pacientes (34,5 %), que están incluidos dentro del
grupo poblacional sin HTA. Entre los hipertensos la mayor cantidad de casos se
encuentra en el grado I, con 32 pacientes (19,7 %), seguido de la hipertensión
sistólica aislada, con 27 (16,6 %).
Tabla 7. Clasificación de la presión arterial
en ancianos, según sexo.
Categoría |
Mujeres |
Hombres |
Total |
|||
Nº |
% |
Nº |
% |
Nº |
% |
|
Normal |
15 |
11,2 |
2 |
6,8 |
17 |
10,4 |
Normal
Alta |
49 |
36,8 |
7 |
24,1 |
56 |
34,5 |
Grado 1 |
26 |
19,5 |
6 |
20,6 |
32 |
19,7 |
Grado 2 |
13 |
9,7 |
5 |
17,2 |
18 |
11,1 |
Grado 3 |
7 |
5,2 |
1 |
3,4 |
8 |
4,9 |
Grado 4 |
4 |
3,0 |
- |
- |
4 |
2,4 |
HTA sistólica
aislada |
19 |
14,2 |
8 |
27,5 |
27 |
16,6 |
Fuente. Historias clínicas
Discusión
La edad, es
por sí misma un importante factor de riesgo pues
con el envejecimiento se producen
una serie de modificaciones anatómicas y
funcionales en el sistema cardiovascular12. Algunos autores plantean que no se sabe si la edad constituye un factor de riesgo
independiente, o hasta qué grado es solamente una medición de la duración de
exposición a otros factores de riesgo17,18,23.
Con respecto al sexo, se ha descrito que los hombres tienen un riesgo mayor
que las mujeres de sufrir un ataque al corazón. La diferencia es menor cuando
las féminas comienzan la menopausia, porque las investigaciones demuestran que
el estrógeno, una de las hormonas femeninas, ayuda a protegerlas de las
enfermedades del corazón. Pero después de los 65 años de edad, el riesgo
cardiovascular es aproximadamente igual en hombres y mujeres, cuando los otros
factores de riesgo son similares12,24.
La epidemiología a nivel mundial, tanto en Europa como en los EEUU, muestra que
hay un incremento en la prevalencia de las ECV, sobre todo en mujeres, y que
ese aumento se relaciona con los grupos de mayor edad14.
Algunos autores plantean que las enfermedades del corazón
suelen ser hereditarias. Por ejemplo, si los padres o hermanos padecieron de un
problema cardíaco o circulatorio antes de los 55 años de edad, la persona tiene
mayor riesgo cardiovascular que alguien que no tiene esos antecedentes
familiares12,25. En
nuestra serie, más de la mitad de los ancianos estudiados presentan antecedentes
familiares de enfermedad cardiovascular, si bien este factor no actúa de manera
independiente, se conoce que unido a otros, sí aumenta el riesgo de padecer la
enfermedad. En la tercera Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES III)
se encontró que, en los Estados Unidos de América, aproximadamente el 50 % de
los individuos mayores de 65 años necesitan ajustar la dieta para el
tratamiento de la hipercolesterolemia. En el estudio de Framingham12,26, se encontró que, en
individuos de 65 años o más, la elevación de las cifras de colesterol total era
un factor de riesgo más importante en las mujeres que en los hombres. Otros estudios difieren de nuestros
resultados y plantean que en los ancianos, los niveles bajos de colesterol
total se asocian con un aumento de la mortalidad.
Se
considera que estos resultados son directamente proporcionales al elevado
consumo de grasas en la dieta, a la poca actividad física de los ancianos, y a que
los efectos de la globalización (mercadeo agresivo y comunicaciones masivas), que
favorecen la adopción, por parte de la población, de estilos de vida poco
apropiados. Los resultados sobre asociación de varios factores de riesgo
coinciden con otros autores12,26
que plantean, que a mayor edad mayor será el número de factores de riesgo que
pueden aparecer en los ancianos y mayor la probabilidad de aparición de
enfermedades cardiovasculares. Según datos del INDEC correspondientes al año
2001, del total de muertes cardiovasculares, el 56,5 % se concentró entre los
65 y los 84 años y, el 37,7 % después de los 85 años, o sea que el 94,2 %
corresponde a mujeres mayores de 64 años, datos que se correlacionan con la
estadística mundial.
Se
considera que este resultado está relacionado con estilos de vida poco
saludables en los ancianos, que en su mayoría permanecen todo el tiempo en el
hogar sin relacionarse con el medio y agobiados por todo tipo de problemas que
generan depresión, estrés y favorecen que incurran en otros malos hábitos (fumar, consumir alcohol, dietas
inadecuadas, poca actividad física), los que a su vez traen como consecuencia que
aparezcan otros: obesidad, hipercolesterolemia, hipertensión arterial, entre
otros.
En el
estudio Framingham12,26,27
relacionaron el grado de obesidad y la incidencia de ECV a lo largo de 26 años,
e indicaron que la obesidad es un factor de riesgo significativo de las ECV, especialmente
entre las mujeres. Se cree que el peso excesivo puede elevar los niveles de
colesterol total, causar hipertensión y aumentar el riesgo de enfermedad
arterial coronaria. Se conoce que hay una relación entre obesidad y presión
arterial13,19; se ha
encontrado también que la obesidad está asociada a un aumento en el grosor de
la pared del ventrículo izquierdo y la masa ventricular izquierda, tanto en
obesos hipertensos como en normotensos. La incidencia
de la diabetes de tipo 2 se eleva con una creciente severidad en la obesidad19,20.
La elevación de colesterol total, triglicéridos y LDL es
perjudicial, principalmente estas últimas de las que se conoce que tienen una repercusión
directa en el riesgo aterogénico, y una activa
participación en la formación de la placa vulnerable o inestable, causantes, en
su gran mayoría, de los síndromes coronarios agudos y los accidentes vasculares
encefálicos isquémicos; también en el análisis de los resultados de esta tabla se
aprecia una disminución de los valores de la fracción de HDL, principalmente en
las pacientes femeninas, esto también ha sido señalado como riesgo aterogénico y como una disminución de la protección para
desarrollar enfermedades cardiovasculares, ya que a esta edad la aterogénesis se ve influenciada por un desbalance entre los
estrógenos y la progesterona producto de la menopausia, cuestión esta que
asociada a los demás factores de riesgo que se han analizado con anterioridad,
favorece con mayor fuerza la aparición de enfermedades cardiovasculares en la
tercera edad.
En el Cardiovascular Health
Study27 se encontró
que el 46 % de 48.738 individuos mayores de 65 años, residentes en comunidades
de los Estados Unidos de Norteamérica, tenía un nivel alto de C-LDL ( > 160
mg/dl). En el estudio de Framingham12,26,27
se encontró que, en individuos de 65 años o más, la elevación de las cifras de
colesterol total era un factor de riesgo más importante en las mujeres que en
los hombres; además, que la hipercolesterolemia era un factor de riesgo
importante para el desarrollo de la aterosclerosis coronaria en varones de
Por su
parte otros autores26-28,
describen cómo la hipertrigliceridemia se asocia con
aterosclerosis precoz, e importantes estudios epidemiológicos27-30, demuestran la
relación inversa entre los niveles de colesterol unido a las lipoproteínas de
alta densidad y la cardiopatía isquémica.
Los resultados de este trabajo coinciden con los realizados
por otros autores, como Kannel, que plantea la edad
como el principal factor de aumento de la presión arterial, con mayor
predominio en la mujer después de los 60 años. En el estudio Framinghan12,15,16 se asevera una
asociación entre la mortalidad cardiovascular y
Se considera importante el hecho de que 56 pacientes (34,5
%) se encuentren en la categoría normal alta, si se tiene en cuenta que ya
tienen la edad como factor de riesgo, y que las cifras de presión arterial
aumentan con el envejecimiento. Si no se toman acciones urgentes encaminadas al
control de todos los FRC presentes es inevitable que evolucionen a grados
superiores de HTA. Esto se considera válido para los hipertensos, pues a pesar
de que solo hubo 27 casos (16,6 %) con hipertensión sistólica aislada, su
control es muy importante, porque se ha observado que aunque la presión arterial
diastólica tiene efectos sobre la mortalidad, son los pacientes con HTA
sistólica y especialmente, aquellos que son incluidos dentro de lo que llamamos
HTA sistólica aislada, los que tienen el mayor riesgo de morbilidad.
Conclusiones
El grupo de edad entre 60 y 64 años, el sexo femenino y el
antecedente familiar de hipertensión arterial fueron predominantes. La
hipercolesterolemia fue el FRC más frecuente, prevaleció el sobrepeso en el
sexo femenino, y el grupo de
Referencias bibliográficas
1.
World Health Organization. The World
Health report 2002: reducing risks, promoting healthy life. Geneva: WHO; 2002.
2. Anónimo. Nuevos factores de riesgo
en cardiopatía isquémica. Tribuna Médica [Internet]. 2004
[citado 3 Oct 2005];104:[aprox. 3
p.]. Disponible en: http://www.medilegis.com/BancoConocimiento/T/TM104vol5-COL-Guias1/guias1.htm
3. Pan
American Health Organization. Colombia Health Profile. In: PAHO. ed. Health
in the Americas. Vol. II. Washington, D.C.: PAHO; 2003. p. 181-93.
4. Advisory
Board. The Milan declaration: positioning technology to serve global heart
health. 5th International Heart Health Conference. Milan, Italy: WHO; 2004. p.
1-32.
5.
Manzur F, Arrieta CO. Estudio sociológico y del conocimiento de
los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares en
6. Pearson
TA, Blair SN, Daniels SR, Eckel RH, Fair JM, Fortmann SP, et al.
AHA guidelines for primary prevention of cardiovascular disease and
stroke. Circulation. 2002;106:388-91.
7. Bakhru A, Erlinger
TP. Smoking cessation and cardiovascular disease risk factors: results from the
Third National Health and Nutrition Examination Survey. PLoS
Med. 2005;2(6):e160.
8. Magnus
P, Beaglehole R. The real contribution of the major
risk factors to the coronary epidemics: time to end the "only-50%"
myth. Arch Intern Med 2001; 161(22):2657-60.
9.
De Backer G, Ambrosioni
E, Borch-Johnsen K, Brotons C, Cifkova R, Dallongeville J. Guía europea de prevención cardiovascular
en la práctica clínica. Tercer grupo de trabajo de las sociedades europeas y
otras sociedades sobre prevención cardiovascular en la práctica clínica. Eur Heart J. 2005;
24(17):1061-10.
10.
Organización
Panamericana de
11. Sambola A, Fuster V, Badimon
JJ. Papel de los factores de riesgo en la trombogenicidad
sanguínea y los síndromes coronarios agudos. Rev Esp Cardiol. 2003;56:1001-9.
12.
D'Agostino
RB, Grundy S, Sullivan LM, Wilson P; CHD Risk Prediction Group. Validation
of the
13.
Vallès M, Gerard
M, Brotons J, Campins M, Roselló P, Torguet P, et al. Prevalencia de hipertensión arterial y otros factores
de riesgo cardiovascular en trabajadores de un hospital. Med
Clin (Barc).
2007;108:604-7.
14.
Gutiérrez-Fisac JL, Regidor E, Rodríguez C. Prevalencia de la obesidad
en España. Med Clin (Barc). 2004;102:10-3.
15.
Chobanian
AV, Bakris GL, Black HR, Cushman WC, GreenLA, Izzo L Jr, et al,
National Heart, Lung, Blood Institute; Joint
National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High
Blood Pressure. National Heart, Lung, and Blood Institute; National High Blood
Pressure Education Program Coordinating Committee. Seventh report of the Joint
National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High
Blood Pressure. Hypertension. 2003;42(6):1206-52.
16.
Vasan
RS, Beiser A, Seshadri S,
Larson MG, Kannel WB, D’Agostino
RB, et al. Residual lifetime risk for
developing hypertension in middle-aged women and men: The Framingham Heart Study.
JAMA. 2002;287(8):1003-10.
17.
Russel
RM, Saltzman E, Rasmussen H. Comparison
of diet claims [Internet]. 2003 [citado
6 Mayo 2004]. Disponible
en: http://www.cyberounds.com/cmecontent/art126.html
18. León M. Bioquímica Bases para
19. Pluttzky J.
Inflammatory pathways in atherosclerosis and acute coronary syndromes. Am J Cardiol. 2001;88(8A):10K-15K.
20. Cabadés A, De los Reyes M, Abeytúa M, Fernández C, editors.
Infarto agudo de miocardio. Barcelona: Doyma; 1994.
21. Salazar
Weil E. Experiencia en el tratamiento del infarto del
miocardio. Rev Med IMSS. 2004;42(1):61-7.
22.
Abramson JH. Prevention
of cardiovascular disease in the elderly. Public Health Rev.
2005;13(3-4):165-223.
23.
Libby P, Ridker
PM, Maseri A. Inflammation and atherosclerosis. Circulation.
2003;105(9):1135.
24. Ministerio de Salud y Desarrollo
Social. Anuario Nacional de Estadística. Tasas. República Bolivariana de
Venezuela; 2005.
25.
Paneth
N. Assessing the contributions of John Snow to epidemiology: 150 years after
removal of the broad street pump handle. Epidemiology. 2004;15 (5):514-6.
26.
Splansky
GL, Corey D, Yang Q, Atwood LD, Cupples LA, Benjamin
EJ, et al. The third generation
cohort of the National Heart, Lung, and Blood Institute's Framingham Heart
Study: Design, Recruitment, and Initial Examination. Am J Epidemiol.
2007;165(11):1328-35.
27. ODonnell CJ, Elosua R. Factores de riesgo cardiovascular. Perspectivas
derivadas
28. Del Rey J.
Método epidemiológico y salud de la comunidad. Madrid: McGraw-Hill Interamericana;
2004.
29.
Lakatta
EG. Cardiovascular aging research: The next horizons. J Am Geriatr
Soc. 1999 May;47(5):613-25.
30.
Strand BH, Tverdal
A. Can cardiovascular risk factors and lifestyle explain the educational inequalities
in mortality from ischaemic heart disease and from
other heart diseases? 26 year follow up of 50,000 Norwegian men and women. J Epidemiol Community Health. 2004;58(8):705-9.
Recibido: 07 de septiembre de
2011
Aceptado para su publicación:
30 de noviembre de 2011