CorSalud 2010;2(3)

POLICLÍNICO UNIVERSITARIO

“ABEL SANTAMARÍA CUADRADO”

ENCRUCIJADA, VILLA CLARA, CUBA

ARTÍCULO ORIGINAL

FACTORES DE RIESGO VASCULAR: REGISTRO EXTRAINSTITUCIONAL EN LA LOCALIDAD DE ENCRUCIJADA

Por:

MSc. Dr. Gerardo Álvarez Álvarez

______________

Especialista de I y II Grados en Medicina Interna. Máster en Psicología Médica. Hospital Universitario “Arnaldo Milián Castro”, Santa Clara, Villa Clara. Profesor e Investigador Auxiliar. UCM-VC. e-mail: uro20@capiro.vcl.sld.cu

Resumen

Introducción y objetivos: El conocimiento de los factores de riesgo vascular es de gran importancia para la preservación de la salud poblacional, ellos contribuyen al desarrollo de la aterosclerosis, sustrato necesario para ocasionar daños en el corazón, cerebro, riñón y vasos periféricos. El objetivo de esta investigación fue realizar un pesquisaje de un segmento poblacional en la búsqueda de estos factores de riesgo. Métodos: Se realizó una investigación de carácter analítico-transversal, de forma extrainstitucional a las unidades médicas, sobre factores de riesgo vascular en la localidad de Encrucijada, Villa Clara, en  mayo del 2009. Resultados: Se habilitaron 10 puntos de registros en lugares concurridos por la población; en un lapso de 4 horas se alcanzó una casuística de 697 personas, con un predominio de mujeres y de personas con color de la piel blanca. La talla media poblacional fue de 1,64 cm,  los valores promedios de peso corporal,  índice de masa corporal y de la cintura abdominal fueron de: 67 kg, 25 kg/m2 y 86,3 cm. La hipertensión arterial fue encontrada en el 16 % de los casos, con mayor porcentaje en individuos con poca actividad física, en los de mayor índice de masa corporal y cintura abdominal, y con color negro de la piel. La adicción tabáquica fue superior en hombres. Se constató una notable aceptación poblacional. Conclusiones: Nuestro estudio demuestra la presencia de factores de riesgo vascular en un segmento de la población del municipio Encrucijada y nos alertan sobre la necesidad de fortalecer la medicina comunitaria (promoción y prevención) para mejorar la salud de todos.

Abstract

Introduction and objectives: The knowledge of vascular risk factors is of great importance in the preservation of the population's health as they contribute to the development of atherosclerosis which is a necessary substratum to produce damages in the heart, brain, kidney and peripheral vessels.  This investigation aimed at carrying out a screening of one population segment in search for these risk factors. Methods: An analytical, cross-sectional investigation on vascular risk factors was carried out in an extra-institutional form (outside medical units) in Encrucijada municipality, Villa Clara, in May, 2009. Results: Ten registry points were set up in well-attended places and in a 4 hour-period a casuistics of 697 people was achieved, in which there was a predominance of women and white people. The mean population height was 1.64 cm, and the average values of weight, body mass index and waist circumference were:  67 kg, 25 kg/m2 and 86.3 cm, respectively.  High blood pressure was found in 16% of the cases, with a greater percentage in people with little physical activity, higher body mass index and waist circumference, and in black people. Tobacco addiction was higher in men. A noticeable population acceptance was seen. Conclusions: Our study shows the presence of vascular risk factors in one population segment in Encrucijada municipality and warns us about the need to strengthen community medicine (promotion and prevention) in order to improve everyone's health.

Palabras clave:

INDICE DE RIESGO

INVESTIGACION PARTICIPATIVA BASADA EN LA COMUNIDAD

HIPERTENSION

Key words:

RISK INDEX

COMMUNITY-BASED PARTICIPATORY RESEARCH

HYPERTENSION

Introducción

El conocimiento de los factores de riesgo vascular (FRV) es de gran importancia para la preservación de la salud poblacional, ellos contribuyen al desarrollo de la aterosclerosis, sustrato necesario para ocasionar daños en el corazón, cerebro, riñón y vasos periféricos1. Estos están relacionados y en correspondencia biunívoca, con la morbilidad y mortalidad cardiovascular, de hecho la cardiopatía isquémica y los accidentes vasculares encabezan las principales causas de muerte en los países del mundo occidental, generan gran discapacidad, años de vida potencialmente perdidos y enormes gastos para su atención2. La hipertensión arterial (HTA), la diabetes mellitus (DM), la dislipidemia, la obesidad, las adicciones tabaco-alcohólicas y la no realización de actividades físicas, son reconocidas como los más relevantes y potencialmente, modificables o controlables de esos factores3. Las tres primeras pueden cursar  asintomáticas, su diagnóstico descansa en un parámetro biológico y generalmente, la traducción clínica se origina cuando ya el proceso está avanzado, de manera que pueden estar presentes en la población que no acude a los servicios de salud, al no experimentar, en muchas ocasiones, ninguna sintomatología expresiva4.

La “inercia clínica” descrita por Phillips y citada en el VII Reporte del Joint National Committee4,5, atañe a los médicos que no adoptan medidas oportunas y necesarias con los enfermos, pero en la práctica también constatamos una “inercia institucional”, que se manifiesta cuando nos conformamos con atender exclusivamente a los que acuden a nuestras consultas y no ejercemos una búsqueda activa, sistemática y regular en la población para la detección de aquellos FRV que pueden ser reconocidos y modificados, con el noble propósito de favorecer el estado hígido comunitario, siempre en dependencia de la existencia de excelentes instalaciones de salud y un personal altamente calificado. Por tanto, el propósito de este estudio fue pesquisar, con un mínimo de gastos, un segmento poblacional en la búsqueda de algunos FRV.

Método

Se realizó una investigación de carácter analítico-transversal, en busca de algunos FRV, en la localidad de Encrucijada, Villa Clara, en mayo del 2009. El pesquisaje se realizó en 4 horas y se logró alcanzar una casuística de 697 personas, que con una previa explicación y consentimiento informado permitieron acceder a algunas mediciones corporales, y al reconocimiento de elementos de sus estilos de vida y patrones de adicción y alimentación.

Se conformaron 10 equipos médicos registradores que fueron ubicados en lugares concurridos de la localidad, se habilitaron balanzas-tallímetros de fabricación china y con actualización de su validación; centímetros, planillas, sillas o pupitres y carteles alusivos a la actividad que se pretendía realizar. El personal de asistencia estuvo conformado por internos, alumnos de tercero y segundo años de la carrera de Medicina, Licenciatura en Enfermería, Residentes y Especialistas de Medicina General Integral, así como Especialistas de Medicina Interna, estos últimos que actuaron como supervisores de la actividad. Todos los integrantes y responsables del estudio, participaron en un taller teórico-práctico previo, en el cual se ofrecieron los elementos semiotécnicos para las mediciones, así como el marco teórico necesario para la comprensión de los propósitos de la investigación.

Las mediciones de interés, fueron: peso en kg, talla (cm) y circunferencia abdominal (cm). La determinación del Índice de Quetelet o Índice de Masa Corporal (IMC) se calculó multiplicando el peso (en kilogramos) por el cuadrado de la talla (en metros), y se consideró peso saludable entre 18,5 y 24,9, sobrepeso entre 25,0 y 29,9, obeso en rango de 30,0 a 35,9 y obeso considerable, mayor de 36 kg/m2 de superficie corporal. El consumo de sal se consideró en tres gradaciones: 0 sin sal añadida, 1 con escasa cantidad y 2 con mucha cantidad; igual simbología se utilizó para la ingestión de alcohol: no ingestión, ligera o leve y moderada ingestión; y se añadió la de gran bebedor como 3. El hábito de fumar se estimó en: no fuma o consume cualquier cantidad de tabaco al día, en 0 y 1 respectivamente. La actividad física se valoró, por referencia personal, en: no realiza actividad física, la efectúa en forma ligera o sistemática y regularmente, más de 5 días por semana con igual categorización.

Con la información recolectada se llenaron los modelos confeccionados al efecto, y se le entregó a cada persona una copia de estos para conocimiento de su médico de familia. Se ejecutaron los cálculos del IMC y se llenaron las bases de datos, que almacenaron la información para el procesamiento estadístico oportuno. Se realizaron las pruebas estadísticas de Chi cuadrado, el de U Mann Whitney; se obtuvieron los cálculos estadigráficos de las medias, mediana, desviación típica, y los percentiles de 25, 50 y 75 %. Se le concedió un valor de significación estadística a p < 0,05. Los resultados se muestran en tablas.

Resultados

Se analizaron 697 personas de la población de Encrucijada, 382 eran mujeres (54,8 %) y 582 eran blancos (83,5 %), lo que guarda una correlación similar para hombres y mujeres con respecto al color de la piel, p > 0,05.

La tabla 1, ofrece aspectos relacionados con la edad, el peso corporal, la talla, el IMC, la medición de la cintura abdominal y la aplicación de algunos estadígrafos. La edad media de las personas estudiadas fue de 43 años con un rango entre los 16 y 94 años. La talla media fue de 1,64 m, y el 75 % de las personas medían menos de 1,70 m; el peso corporal medio fue de 67 kg, aunque el 75 % de los casos estuvo por debajo de 75 Kg. El promedio de IMC fue de 25 kg/m2 de superficie corporal, con  el 75 % de las personas inferior a 27,6 kg/m2, de ahí que el 50 % de la población se encuentre por encima de 24,9 kg/m2, por tanto se estiman en el rango de sobrepeso. La medición promedio de la cintura abdominal fue de 86,3 cm, lo que corresponde al 75 % en valores por debajo de 94 cm.


Tabla 1 Variables estadigráficas aplicadas a la edad y mediciones corporales.

 Estadígrafos

EDAD

TALLA

PESO

IMC

CINTURA

N

Válidos

697

697

697

697

697

Perdidos

0

0

0

0

0

Media

42,9656

1,6379

67,1872

24,9881

86,3056

Mediana

41,0000

1,6300

66,0000

24,6770

86,0000

Desviación típica

17,81196

0,09510

13,93967

4,45447

12,14741

Rango

78,00

0,77

100,00

40,49

70,00

Mínimo

16,00

1,21

20,00

15,78

49,00

Máximo

94,00

1,98

120,00

46,28

119,00

Percentiles

25

27,5000

1,5700

58,0000

21,8737

78,0000

50

41,0000

1,6300

66,0000

24,6770

86,0000

75

55,5000

1,7000

75,5000

27,6273

94,0000

Fuente: Encuestas poblacionales de factores de riesgo.

El 69,2 % de la muestra no ofreció datos sobre padecimientos importantes, el 16,8 % padecía de HTA, el 6,5 % tenían antecedentes de asma bronquial y el 3,6 % presentaba DM. La HTA fue más frecuente en pacientes con color negro de la piel (20,2%) que en los blancos (16,2 %); sin embargo, no se obtuvo significación estadística (p > 0,05).

Al analizar el consumo de sal por la población (tabla 2), tanto en hipertensos como en normotensos, se constata que en los hipertensos existe un mayor por ciento de los que no adicionan sal a los alimentos, al parecer porque se controlan, pero hay una proporción mayor de los que consumen sal en exceso (p = 0,001).

Tabla 2 Consumo de sal en hipertensos y no hipertensos.

Consumo de sal

No hipertensos

Hipertensos

Total

%

%

%

No adiciona sal a la comida

82

14,1

27

23,1

109

15,6

Adiciona sal a la comida

186

32,1

19

16,2

205

29,4

Exceso de consumo de sal

312

53,8

71

60,7

383

54,9

Total

580

100,0

117

100,0

697

100,0

Test Chi-cuadrado                                 Valor de Chi-cuadrado = 14,111             p = 0,001

En la tabla 3, se observa que entre los hipertensos existe una mayor proporción de los que no hacen ejercicios físicos, y es más bajo el porcentaje de los que lo hacen en diferentes niveles. El test de Mann-Whitney refleja que esta diferencia con los no hipertensos, es estadísticamente significativa (p = 0,003).

Tabla 3 Actividad física que realizan hipertensos y no hipertensos.

Actividad física

No hipertensos

Hipertensos

Total

%

%

%

No la realiza

354

61,0

87

74,4

441

63,3

Realiza alguna actividad

157

27,1

25

21,4

182

26,1

Hace actividad física importante

69

11,9

5

4,3

74

10,6

Total

580

100,0

117

100,0

697

100,0

Prueba U de Mann-Whitney       Z = 2,945                  p = 0,003

Las personas que tienen mayor diámetro de cintura abdominal presentan una elevada frecuencia de HTA con relación a los normales (31,7 % y 11,4 % respectivamente), como se observa en la tabla 4, y alcanza valores de significación estadística p < 0,05.

Tabla 4 Distribución de pacientes según cintura abdominal y antecedentes de hipertensión arterial.

Cintura abdominal

No hipertensos

Hipertensos

Total

%

%

%

Normal

453

88,6

58

11,4

511

100,0

Aumentado

127

68,3

59

31,7

186

100,0

Total

580

83,2

117

16,8

697

100,0

Pruebas de Chi-cuadrado                    x² = 40,508      p = 0,000

La relación del IMC y la HTA se muestra en la tabla 5, donde los hipertensos aumentan proporcionalmente a medida que aumenta el IMC, lo que ofrece diferencias estadísticamente significativas (p < 0,05).

Tabla 5 Valoración del índice de masa corporal.

IMC (kg/m2)

No hipertensos

Hipertensos

Total

%

%

%

18 - 24,9

336

90,6

35

9,4

371

100,0

25 - 30,9

203

77,8

58

22,2

261

100,0

31 - 35,9

34

64,2

19

35,8

53

100,0

≥ 36

7

58,3

5

41,7

12

100,0

Total

580

83,2

117

16,8

697

100,0

Prueba U de Mann-Whitney                 Z = 6,076               p = 0,000

El estudio del consumo de alcohol y la HTA no aportó diferencias importantes con relación a los que no lo ingieren, aún cuando el 73,5 % de los hipertensos no consumidores fue superior al 70,3 % de los normotensos de igual categoría; y con respecto al hábito de fumar, el grupo de los hipertensos mostró un valor porcentual superior de fumadores con relación a los no hipertensos: 24,8 % y 23,4 %, respectivamente.

Discusión

A partir de los resultados del estudio de Framinghan6,7 y otros posteriores8, la comunidad médica tuvo conocimientos de una serie de factores que contribuían notablemente, al desarrollo de la enfermedad ateroesclerótica9 y su incuestionable contribución en la morbimortalidad cardiovascular10. Comprender los efectos de los riesgos para la salud es esencial para planificar y focalizar los esfuerzos de prevención11. En el Global Health Risk del 20093, se describen los factores que afectan la salud particularmente, ocho de ellos que son responsables, por si solos, de más del 75 % de los casos de coronariopatía, principal causa de muerte a escala mundial1; dentro de ellos, la HTA, el consumo de alcohol y de tabaco, el IMC, la falta de actividad física, la hiperglicemia y los trastornos de la alimentación.

En nuestra serie se demostró  la estrecha relación que existe entre la HTA, IMC, la cintura abdominal, la ingestión de sal y la no realización de actividad física. Existe una correspondencia entre los factores mencionados y una mayor mortalidad cardiovascular 10. El hábito de fumar no mostró relación con la HTA en la serie, pero continúa siendo la principal causa evitable de enfermedad cardiovascular prematura12. Los resultados obtenidos en esta casuística son muy inferiores a los valores de prevalencia que notifican las Unidades de Análisis y Tendencia en Salud en Villa Clara y Encrucijada en el año 200813,14, aunque en estas no se incluye la medición de la cintura abdominal. Todos aquellos factores tienen la posibilidad real de ser controlables y modificables, ahí radica la importancia del conocimiento permanente sobre su situación en una población no seleccionada. En esto se sustenta un principio de la medicina comunitaria, la evaluación detallada y activa de las necesidades de salud de la comunidad11 y la respuesta a estas necesidades.

En un trabajo anterior, con métodos similares en la misma localidad, se constató una alta frecuencia de individuos con criterios de HTA y de prehipertensión, y aún cuando solo el 16,8 % en esta serie refirieron padecer HTA, resultó muy evidente la asociación de esta con otros FRV, como el sobrepeso y la inactividad física, lo que aporta una valiosa información para los servicios de salud y la actividad de promoción y prevención del médico de familia.

En el estudio se demuestra la aceptación poblacional a este tipo de actividad precisamente por el número considerable de participantes en un período de tiempo breve, al ofrecer información sobre FRV poblacionales que pueden ser modificables. El primer lugar lo ocupan el sobrepeso y la inactividad física, que se corresponden con los resultados constatados en Colima-México por Espinosa Gómez et al15. Este estudio se aproxima a la metodología que utilizamos en la presente investigación, solo difiere en lo relativo al tabaquismo y la adicción alcohólica donde se obtienen resultados inferiores. En otra serie, el estudio RICAR16, efectuado en Chile, constató la estrecha relación entre el sobrepeso, el sedentarismo y el tabaquismo con la HTA, aunque este último no coincide con nuestros resultados.

El aspecto relacionado con el ejercicio físico y su efecto favorable en la HTA similar al nuestro, fue referido por Tuesca-Molina17 en España, con pacientes mayores de 60 años.

En sentido general, los datos sobre FRV de la investigación concuerdan y se aproximan a los encontrados por Terazón Miclin18, en Santiago de Cuba.

En la reciente guía latinoamericana en HTA19, se estima que los países en vías de desarrollo tienen deficientes estrategias en la atención primaria y constituyen el principal obstáculo para el control de la HTA. Consideramos que el reto consiste en la búsqueda de novedosas estrategias, que involucran a la población de una manera activa para lograr reducir algunos factores de riesgo, que ejercen una influencia nociva para la salud de la comunidad.

Conclusiones

Más de la mitad de los pacientes estudiados tenían sobrepeso, la sexta parte presentaba antecedentes de HTA, y el 3,4 % padecía DM. Mientras mayor era el IMC, mayor fue la prevalencia de HTA y en los hipertensos encontramos mayor porcentaje de fumadores. Estos hallazgos demuestran la presencia de factores de riesgo vascular en un segmento de la población del municipio Encrucijada y nos alertan sobre la necesidad de continuar fortaleciendo la medicina comunitaria (promoción y prevención) para mejorar la salud de todos.

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Recibido: 3 de junio de 2010

Aceptado para su publicación: 19 de julio de 2010