CorSalud 2009;1(3)

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS MÉDICAS

“DR. SERAFÍN RUIZ DE ZÁRATE RUIZ”

SANTA CLARA. VILLA CLARA.

CARTA AL EDITOR

ANGLICISMOS EN CARDIOLOGÍA Y CIRUGÍA CARDIOVASCULAR: UN IMPORTANTE DESAFÍO LINGÜÍSTICO A SUPERAR

Por:

MSc. Yurima Hernández de la Rosa

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Licenciada en Español-Literatura. Máster en Estudios lingüístico-editoriales hispánicos. Especialista Principal del Departamento Gestión de la Información. CPICM-VC. Instructora. UCM-VC. e-mail: yurimahr@iscm.vcl.sld.cu

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TERMINOLOGIA

CARDIOLOGIA

LENGUAJE

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TERMINOLOGY

CARDIOLOGY

LANGUAGE

Señor Editor

Usted conoce que en España, un grupo de cardiólogos liderados por los doctores Eduardo Alegría y Eduardo de Teresa, se reunió un día y se propuso mejorar el lenguaje cotidiano de su propia especialidad, muy concretamente, en lo referido a los términos procedentes del inglés. Su idea era proporcionar a la comunidad cardiológica hispanohablante una herramienta para el mejor uso del español en lo que respecta a la terminología científica. Sobre todo porque el lenguaje médico, escrito originalmente en español, se encuentra muy contaminado con palabras y expresiones tomadas del inglés, y son trasladadas de forma directa a nuestro idioma1. Para el logro final de sus objetivos escribieron, con la colaboración de figuras como Joaquín Botella, Fernando A. Navarro entre otros, el Thesaurus inglés-español de términos y abreviaturas en Cardiología, publicado por la Sociedad Española de Cardiología en el año 2005.

En Cuba, en una de sus provincias centrales, la persona que escribe y que forma parte del colectivo editorial de una revista médica, tuvo la osadía de imbuirse en un terreno que pertenecía a otros y hasta de llevar, el tema de la terminología inglesa en los artículos médicos de esta especialidad a una tesis de maestría, partiendo de la premisa de que cada uno de los que usamos la lengua española tenemos la obligación de cuidarla en nuestro cotidiano quehacer y en el trato con nuestros semejantes. Defender la lengua castellana de los anglicismos innecesarios, como en su día la defendió de los galicismos la Real Academia Española2 es algo que contribuirá al fortalecimiento del lenguaje médico en castellano y a elevar su calidad.

Tengo entonces la más absoluta seguridad de que tal vez me permita desandar por estos caminos, siempre junto a su audacia, pues a pesar de mi desorientación y desmotivación en algunos momentos, no cejó nunca en el intento de acompañarme en esta travesía, precisamente porque mi pretensión no era “la del que viene a poner orden en casa ajena”, mucho menos a corregir los descuidos y desaciertos que todos, de una u otra manera, cometemos cuando nos despreocupamos de si estamos utilizando la palabra que nuestra lengua nos brinda o si, por el contrario, nos dejamos contagiar fácilmente por los usos y costumbres que nos llegan de otras lenguas que ahora son preponderantes en la comunicación científica3.

Mi móvil principal fue precisamente, el hecho de que la Cardiología y la Cirugía Cardiovascular eran las especialidades médicas más representativas de este fenómeno en nuestra revista, Medicentro Electrónica. De ahí, que los lectores encontrarán, a partir de ahora, una lista de términos en inglés (anglicismos) propios del lenguaje de esta especialidad, trabajados individualmente desde el punto de vista lexicográfico y, también, algún que otro vocablo afín a otras especialidades médicas, acompañados de su término equivalente en español. De esta manera, podrán expresar sus ideas con la precisión y la corrección debidas, por nuevas, especializadas o difíciles que sean.

Mi reto personal, será convencerlos a todos de la necesidad de llevar adelante estudios concretos sobre la importancia de la comunicación médica escrita en tan importante especialidad.

Mis agradecimientos, serán para los prestigiosos profesionales que dentro y fuera del Cardiocentro “Ernesto Che Guevara”, han prestado oído a mis disquisiciones en múltiples espacios, pero el que no puede faltar será para el intrépido amigo cardiólogo y asesor, además, de mi tesis, porque me enseñó que la lealtad y la amistad son mucho más que palabras hermosas, por haber hecho suya esta investigación, por su ayuda sin regatear en esfuerzos ni tiempo y por haberme hecho creer que siempre se puede más: MUCHAS GRACIAS Dr. Francisco Luis Moreno-Martínez4.

Hago míos entonces la amabilidad y la paciencia de todos ustedes, y aprovecho para proponerles se escapen conmigo en este interesante peregrinaje que durará por un tiempo, prometo no aburrirlos, están todos invitados, los espero.

Referencias bibliográficas

1.       Navarro FA. En pos de la verdadera causa de los anglicismos médicos. Ars Médica. Revista de Humanidades Médicas. 2002; 1: 3.

2.       Segura J. Los anglicismos en el lenguaje médico. Panace@ [Artículo en Internet]. 2001 [citado 27 mar 2009]; 2(3); [aprox. 6 p.]. Disponible en:

      http:www.medtrad.org/panacea/IndiceGeneral/n3_Segura.pdf

3.       García J. El lenguaje médico, algo más que información. De cómo los lingüistas y los médicos pueden entenderse. Panace@ [Artículo en Internet]. 2004 [citado 27 mar 2009]; V(16); [aprox. 5 p.]. Disponible en:

      www.medtrad.org/panacea/IndiceGeneral/n16_tribuna_GarciaPalacios.pdf

4.       Hernández Y. Uso de anglicismos en la especialidad de Cardiología y Cirugía cardiovascular. [Tesis]. En prensa; 2009.

Recibido: 14 de enero de 2009

Aceptado para su publicación: 30 de junio de 2009